lunes, 26 de octubre de 2009

Arquitectura

Desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico el románico fue un esfuerzo continuo en construir templos perdurables con la mayor grandeza posible pero evitando su posible destrucción. Buscando resolver algunos problemas como la falta de luz y de altura. Por esto, la arquitectura eclesiástica es la expresión más completa de este movimiento.
Mencionado anteriormente la pintura y esculturas se encuentran muy sujetas a la arquitectura y ayudan a crear el ambiente sobrecogedor de las iglesias románicas. En cuanto a su técnica, pertenece al grupo de arquitecturas de arco y bóveda, por ser estos sus elementos funcionales básicos. Utilizar estos elementos tenía dos objetivos claros, el primero, pretendía otorgarle más simbolismo al edificio y el segundo, más práctico, evitaría los incendios en los techos de madera que ocurrían con cierta frecuencia. Usando como principal material de construcción a la piedra y es por eso que posee una apariencia robusta y pesada. La obra se centra principalmente en lo estático, es decir, enfrenta masa contra peso. En su exterior presenta un aire sobrio (generalmente en el pórtico), con muros desnudos y lisos, interrumpidos nada más que por los elementos de refuerzo, que van incorporados a la estructura.
Materiales de construcción
Los materiales básicos empleados en la arquitectura románica son:
o Piedra de sillería: bloque de piedra labrado como un paralelepípedo.
o Sillarejo: piedra más pequeña, de peor labrado y ajuste, realizada con martillo devastando directamente la piedra bruta.
o Mampuesto: piedra no labrada o de labrado tosco. Frecuentemente se usaba el "calicanto" a base de mampostería aglutinada con argamasa (mortero de cal, arena y agua).

No hay comentarios:

Publicar un comentario